domingo, 23 de septiembre de 2012

Notas desoladas . . .



¿Donde vas , solitaria,
melodía entre la nada?;
ya nadie si te escucha
pues quedaste ya varada.


De ilusión añil naciste
como ninfa en la alborada;
sin pena de que fueras
su armonía encajonada.


Tras los pasos de una dama
en silencio caminabas;
herida por fin yaciste
sin que ella te admirara.


Compás errante y taciturno
que sin vida ahora sueñas
con un pecho y sus latidos,
con su alma, que tanto anhelas.


Duerme ya, anacoreta,
no solloces por su ausencia;
pues aunque nunca sepa ella,
es razón de tu existencia.









No hay comentarios:

Publicar un comentario